Hay personas en el mundo (como yo) que suelen tener la cabeza llena de pájaros. La frase hecha de «es que tiene la cabeza llena de pájaros» suele tener un significado negativo: es una persona con ideas locas, con poco juicio, que piensa en cosas sin sentido.
Vale, pues después de darle muchas vueltas a todo esto, y valorando el hecho de tener siempre pájaros en la cabeza, he decidido que prefiero tenerlos y juntarme con otros que los tengan antes que de rodearme con gente con los pies en la tierra. Quiero vivir en ese mundo de imaginación excesiva en el que vivo el 75% del tiempo: me gustan las falsas esperanzas, las ilusiones locas y todo aquello que me saque -sin matar neuronas de mi cerebro- del mundo en el que vivimos. Y es que casi siempre las cosas abstractas me hacen feliz: el proceso del dibujo, la lectura y la música, un abrazo, una sonrisa o unas palabras.
Que bonito, a mi encantan las personas así con pájaros en la cabeza.
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